Hace un tiempo hemos tocado el tema de los acuíferos y la gran importancia de resguardarlos. Hoy nos referiremos al caso puntual de lo que ha ocurrido en Arabia Saudita donde la explotación incentiva de su acuífero ha desembocado en el agotamiento del recurso hídrico.
En la década de 1970, Arabia Saudita -ante la preocupación por su alta dependencia de la importación de alimentos- se embarcó en un proyecto de agricultura intensiva. Para poder cultivar en este territorio tan árido, se irrigó con aguas subterráneas provenientes de un acuífero fósil que no se recarga con las lluvias.
De esta forma lograron en apenas unos años autoabastecerse de trigo, el alimento básico de la dieta arábiga. Pero luego de dos décadas de explotación intensiva del acuífero, el gobierno anunció en 2008 que el agua se estaba agotando por lo que se suspendería la producción del trigo. Tras una drástica reducción, se espera que el próximo año se realice la última cosecha, lo que deja una vez más totalmente dependiente al país de las importaciones de alimentos una vez más, aunque ahora ya sin el valioso recurso del acuífero.
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